Desde anoche hasta hoy, el mercado estadounidense ha mostrado una dinámica bastante interesante: las acciones tecnológicas y las criptomonedas lideraron el rebote, pero en el trasfondo, la batalla política está aún más intensa. Los principales índices bursátiles de EE. UU. cerraron al alza: el Dow Jones subió unos 185 puntos (+0,39%), cerrando en 47.474 puntos; el Nasdaq tuvo un comportamiento aún más fuerte, subiendo 137 puntos (+0,59%) y cerrando en 23.413 puntos; el S&P 500 subió más de 16 puntos (+0,25%), quedando cerca de los 6.829 puntos.

Sin embargo, estas subidas no fueron fáciles. Tras la apertura, el S&P y el Dow Jones llegaron a ponerse en rojo, y el Nasdaq casi se giró a negativo, aunque después recuperaron terreno. Si miramos los componentes, en el S&P 500, 286 valores bajaron y 216 subieron, lo que refleja una clara divergencia interna.

Los pesos pesados siguen siendo las tecnológicas. Nvidia subió un 0,86%, Apple un 1,09% (llegando a un nuevo máximo histórico de 287,4 dólares durante la sesión), y Google, Microsoft y Amazon también avanzaron. El sector de semiconductores fue aún más espectacular: la empresa de comunicaciones ópticas Maxlinear, surgida de Zhangjiang, Shanghái, se disparó un 10,12% y alcanzó nuevos máximos; Intel lo hizo aún mejor, subiendo un 8,65%, lo que impulsó al conjunto del índice de semiconductores de Filadelfia.

Ahora toda la atención está puesta en la reunión de la Reserva Federal del 10 de diciembre, y con la incertidumbre sobre la política comercial entre EE. UU. y China, es probable que este tira y afloja en los mercados continúe durante un tiempo.