Las últimas maniobras del presidente de la Reserva Federal han dejado al mercado completamente desconcertado.

Tras la publicación de las actas anoche, muchos se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo: en la superficie, mantiene un tono duro, diciendo cosas como “no esperéis que baje los tipos ya”, con una actitud férrea. Pero, ¿y en la práctica? El ritmo del endurecimiento cuantitativo se ha frenado notablemente, lo que en la práctica supone inyectar liquidez en el mercado de forma encubierta.

La situación ahora es bastante delicada: los datos de inflación son mejores que antes, pero aún están lejos del objetivo. Por otro lado, Trump lanza críticas cada dos por tres, llamándole directamente “el señor lento” y presionando públicamente. El mercado está algo perdido en este punto, sin saber muy bien a qué señal hacer caso.

**En realidad, este juego de equilibrios es bastante astuto:**
Por un lado, sigue defendiendo públicamente “la prioridad de combatir la inflación” para preparar al mercado; por otro, reduce discretamente la velocidad del QT, lo que en la práctica significa que la liquidez empieza a regresar. Una estrategia de doble vía, una cara visible y otra oculta.

El dinero inteligente del sector ya ha captado el mensaje. Este tipo de periodos de políticas contradictorias suelen ser el mejor momento para posicionarse. Algunos dicen que, si el presidente realmente se va antes de tiempo, el mercado cripto podría despegar de inmediato, porque su sucesor probablemente sería más agresivo.

Quizá estas fluctuaciones sean solo el aperitivo de la próxima gran tendencia. ¿Tú qué opinas? ¿Quién crees que cederá en esta partida? ¿De verdad crees que él se irá antes de tiempo?