Últimamente ha habido una noticia que merece la pena analizar: la Reserva Federal ha puesto fin al proceso de reducción de balance y el mercado rumorea que podría iniciar operaciones de expansión, con la previsión de inyectar más de 400.000 millones de dólares de liquidez al mercado cada año. ¿Qué significa esto para los criptoactivos?

En pocas palabras, cuando hay más dinero, los fondos buscan destino. Cuando la liquidez del dólar abunda, parte de ese dinero suele fluir hacia activos de riesgo—y por supuesto, Bitcoin y Ethereum están en la lista de candidatos. Si miramos atrás, cada vez que se inicia un ciclo de relajación, al mercado cripto nunca le faltan historias de nueva entrada de capital. ¿Se repetirá esta vez? Al menos, la probabilidad no es baja.

¿Y qué deben hacer los inversores minoristas? Algunas ideas personales:

Primero, mantener las principales criptomonedas. La volatilidad a corto plazo es normal, no te asustes por pequeñas correcciones. La paciencia suele ser más importante que operar con frecuencia.

Segundo, entrar en fases es más prudente. No te lances con todo solo por las buenas noticias; el sentimiento del mercado necesita tiempo para transmitirse, deja margen para maniobrar.

Tercero, sigue de cerca los factores macroeconómicos. Los cambios de política de la Reserva Federal no ocurren de la noche a la mañana, pero una vez que la tendencia se consolida, el impacto es duradero.

¿Mi opinión? Si el año que viene realmente empiezan a comprar bonos, el sentimiento del mercado podría empezar a calentarse de antemano. Pero, dicho esto, lo peor en inversión es perseguir precios altos. Mantén la calma, las oportunidades siempre son para quienes están preparados. Esta señal de liquidez, sin duda, merece atención.