Cuando se habla de Bitcoin, todo el mundo sabe que es el rey de las criptomonedas. Pero, dicho esto, ¿no te parece que este "hermano mayor" es un poco demasiado zen? Es como una estatua inmóvil, inalterable.

Fíjate en los BTC del mercado, ¿qué hacen la mayoría del tiempo? O bien están congelados en monederos hardware, o bien descansan tranquilamente en cuentas de exchanges: máxima sensación de seguridad, pero en la práctica son como un tesoro digital encerrado. Aquí surge el problema: este "estado de reposo" hace que Bitcoin quede completamente al margen de todas esas locuras de generación de rentabilidad que ocurren en la cadena.

Otros activos se lo pasan en grande en los protocolos DeFi, con rendimientos disparados, mientras Bitcoin sigue aferrado a su papel tradicional de "reserva de valor". ¿Cómo no va a desesperar a la gente?

Justo en este momento aparece el protocolo Lorenzo. Su ambición es muy clara: poner en movimiento a Bitcoin, hacerlo participar, y que también pueda generar ingresos.

**1. El conflicto central: ¿por qué los poseedores de BTC no se atreven a moverse?**

No es que los usuarios de Bitcoin no quieran obtener rendimientos, sino que los costes y los riesgos están ahí y cuesta dar el paso.

¿Quieres transferir tus monedas a otra cadena para participar en DeFi? Primero tienes que pasar por un bridge. ¿Y cuántas noticias sobre problemas con bridges hemos visto en los últimos años? Robos de cientos de millones de dólares, ¿quién se atreve a probar así como así?

¿Y si usas Bitcoin envuelto (como wBTC)? Eso implica confiar en una entidad centralizada. Pero, ¿no es precisamente el lema de los usuarios de Bitcoin "yo controlo mis monedas"? Ceder el control va totalmente en contra del espíritu descentralizado de Bitcoin.

En resumen, los poseedores de BTC tienen tres líneas rojas: la seguridad es lo primero, la descentralización no se negocia y el control debe estar en sus manos. ¿Arriesgar todo eso por un poco más de interés? Sería perder mucho por muy poco.

**2. El enfoque de Lorenzo: sin entregar las llaves, el motor también arranca**

La genialidad de Lorenzo reside en que ha encontrado un punto de equilibrio sutil—