Tras ocho años moviéndome en el mundo cripto, he cambiado dinero real por tres reglas de supervivencia.

Aún recuerdo aquel invierno de 2018, en una vivienda alquilada de un barrio obrero en Shenzhen. Miraba la pantalla del ordenador viendo cómo la cifra de mi cuenta subía de 300.000 hasta casi 3.000.000. Pensé que por fin iba a darle la vuelta a mi vida: dejar el trabajo, mudarme, cambiar mi destino.

¿El resultado? Tres días. Solo bastaron tres días para que el mercado cambiara por completo. Aquella noche de Navidad abrí la aplicación de trading y el saldo era de menos de 600.000. Me dejé llevar pensando “ya recuperaré”, pero cuanto más esperaba, menos quedaba. Aquella amarga experiencia me enseñó: las ilusiones matan.

Con los años, he resumido tres reglas de hierro que hoy comparto con vosotros:

**Primera: el apalancamiento es un arma de doble filo**
Llegué a usar apalancamiento x20 y un día gané 400.000, una locura. Pero todos recordáis el "519", ¿verdad? En dos horas, perdí 600.000 y liquidé la posición. Ahora, como mucho uso apalancamiento x3 y nunca pongo más del 5% del capital total en una sola cripto. La clave para sobrevivir es mantenerse estable.

**Segunda: no apuestes tu patrimonio en aire**
Una vez invertí fuerte en un proyecto que presumía de ser el “Ethereum chino”. De 250.000 pasé a 1.500.000, pero por avaricia no vendí y lo vi irse a cero. Ahora, el 85% de mi dinero está en Bitcoin y Ethereum, y el 15% lo uso para jugar con altcoins, como quien compra un billete de lotería.

**Tercera: el stop-loss es tu última dignidad**
En cada operación pongo un stop-loss del 8%. Si llega, corto sin dudar. Muchos piensan “espero y rebota”, pero lo que viene es un pozo más profundo. Puedes aspirar a multiplicar, pero pregúntate antes: si te quedas a cero, ¿podrás sentarte tranquilo a comer una fondue con amigos?

El mundo cripto está lleno de oportunidades, pero necesitas capital para aprovecharlas. Yo he salido de las ruinas, y estas lecciones me costaron mucho dinero. Espero que os sirvan.