NVIDIA experimentó un repunte repentino en el aftermarket, y en la calle circulan rumores de que se ha levantado la veda para la exportación del H200 a China. Pero aquí surge la pregunta: ¿es esto realmente tan positivo como parece en la superficie?
Analicemos la lógica: que el Departamento de Comercio de EE. UU. dé su visto bueno es solo el primer paso. Que un fabricante líder de GPU vea su cuota de mercado en China reducida a cero no es únicamente culpa de las sanciones estadounidenses. Por cuestiones de soberanía de datos, desde hace tiempo se recomienda a las empresas tecnológicas chinas que suspendan la compra de este tipo de chips avanzados. Ahora que EE. UU. afloja unilateralmente, ¿pasará el filtro de las autoridades chinas? Esa es la verdadera línea roja para que los pedidos se materialicen. Es como si hubieras conseguido la llave para abrir la primera puerta, pero al entrar te encuentras otra verja cerrada—¿cómo haces negocios así?
Aún más interesante es el momento elegido. ¿Por qué precisamente el H200? Es un producto que ya tiene casi dos años de retraso respecto a la última arquitectura. En el fondo, esto es una concesión defensiva. Las soluciones de supernodos de Ascend, los procesos avanzados logrados mediante técnicas de exposición múltiple… Todos estos avances tecnológicos han hecho que los competidores comprendan: si siguen con un bloqueo total, solo conseguirán impulsar un sistema competitivo completamente autónomo.
La estrategia actual parece ser utilizar productos de segunda gama como zona de amortiguamiento, para sacar algo de mercado y, al mismo tiempo, intentar ralentizar el cierre del ciclo de la cadena industrial. Pero, ¿cuánto tiempo puede sostenerse esta táctica ambivalente? Una vez que se inicia la sustitución nacional de semiconductores, no tiene sentido detenerse a mitad de camino. Desde la demanda de potencia de cálculo, la seguridad de la cadena de suministro hasta la bifurcación de las rutas tecnológicas, esta partida de ajedrez está lejos de haber terminado.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
12 me gusta
Recompensa
12
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
AirdropJunkie
· hace23h
Ja, sigues soñando, aquí está la segunda barrera de hierro, ¿crees que solo porque los estadounidenses aflojen la boca ya se pueden hacer pedidos de verdad?
Ver originalesResponder0
GamefiGreenie
· hace23h
Jaja, la metáfora de las dos puertas es genial. Que EE. UU. ceda no sirve de mucho, la verdadera barrera está aquí dentro.
Ver originalesResponder0
HodlKumamon
· hace23h
Sí, esta jugada parece que Estados Unidos está haciendo una “estrategia de la rana en agua tibia”, ¿no? El H200, que ya está casi obsoleto, lo siguen utilizando como moneda de cambio. Creo que la competencia apenas está comenzando.
Ver originalesResponder0
DegenRecoveryGroup
· hace23h
La táctica de mantenerse neutral no durará mucho, el verdadero enfrentamiento aún está por venir.
Ver originalesResponder0
ProofOfNothing
· 12-09 01:34
Ja, al abrir la puerta descubrí que aún había una segunda barrera. Esa metáfora es genial. Que el Departamento de Comercio de EE. UU. dé su visto bueno no es gran cosa, la clave está en pasar esta prueba en casa.
Ver originalesResponder0
CryptoWageSlave
· 12-09 01:34
No te dejes engañar por la subida tras el cierre, esta jugada de H200 es simplemente una táctica de dilación; los estadounidenses están tomando productos caducados como si fueran su salvavidas. La barrera interna ya está establecida desde hace tiempo, ¿de qué sirve que el Ministerio de Comercio dé el visto bueno?
NVIDIA experimentó un repunte repentino en el aftermarket, y en la calle circulan rumores de que se ha levantado la veda para la exportación del H200 a China. Pero aquí surge la pregunta: ¿es esto realmente tan positivo como parece en la superficie?
Analicemos la lógica: que el Departamento de Comercio de EE. UU. dé su visto bueno es solo el primer paso. Que un fabricante líder de GPU vea su cuota de mercado en China reducida a cero no es únicamente culpa de las sanciones estadounidenses. Por cuestiones de soberanía de datos, desde hace tiempo se recomienda a las empresas tecnológicas chinas que suspendan la compra de este tipo de chips avanzados. Ahora que EE. UU. afloja unilateralmente, ¿pasará el filtro de las autoridades chinas? Esa es la verdadera línea roja para que los pedidos se materialicen. Es como si hubieras conseguido la llave para abrir la primera puerta, pero al entrar te encuentras otra verja cerrada—¿cómo haces negocios así?
Aún más interesante es el momento elegido. ¿Por qué precisamente el H200? Es un producto que ya tiene casi dos años de retraso respecto a la última arquitectura. En el fondo, esto es una concesión defensiva. Las soluciones de supernodos de Ascend, los procesos avanzados logrados mediante técnicas de exposición múltiple… Todos estos avances tecnológicos han hecho que los competidores comprendan: si siguen con un bloqueo total, solo conseguirán impulsar un sistema competitivo completamente autónomo.
La estrategia actual parece ser utilizar productos de segunda gama como zona de amortiguamiento, para sacar algo de mercado y, al mismo tiempo, intentar ralentizar el cierre del ciclo de la cadena industrial. Pero, ¿cuánto tiempo puede sostenerse esta táctica ambivalente? Una vez que se inicia la sustitución nacional de semiconductores, no tiene sentido detenerse a mitad de camino. Desde la demanda de potencia de cálculo, la seguridad de la cadena de suministro hasta la bifurcación de las rutas tecnológicas, esta partida de ajedrez está lejos de haber terminado.