Últimamente, en el mundo de las criptomonedas ha estallado otra "tormenta antifraude".

Un equipo ha salido a alzar la voz, y su postura es clara: van a llegar hasta el final y no van a dejar ni un respiro a las shitcoins. Este grupo se autodenomina un equipo antifraude, y parece que están decididos a enfrentarse a muerte con los proyectos que buscan estafar a los inversores.

La verdad, este lema suena bastante contundente. Al fin y al cabo, a todos nos molestan esos proyectos con whitepapers espectaculares pero sin ninguna tecnología real detrás, que solo se apoyan en el hype y la especulación. Hay demasiados de estos en el mercado: aprovechan cualquier tendencia para sacar un token, hacen una recogida rápida de fondos y desaparecen.

Ahora bien, distinguir realmente cuáles son shitcoins y cuáles tienen valor real no es ninguna tarea sencilla. Algunos proyectos pueden parecer poco fiables al principio y, con el tiempo, acabar construyendo algo auténtico; otros se presentan con una imagen muy profesional y, al final, resultan ser puro humo.

El caso es que ahora el mercado está lleno de todo tipo de proyectos y los inversores deben estar más atentos que nunca. No basta con escuchar los lemas de otros; lo importante es hacer los deberes: investigar el equipo detrás del proyecto, su capacidad técnica, el nivel de actividad de la comunidad y otros indicadores sólidos. Al final, tu cartera la tienes que proteger tú mismo.