El camino de Powell hacia la bajada de tipos no está siendo nada fácil.

En esta última reunión del año sobre política monetaria, el mercado prevé de forma generalizada otro recorte de 25 puntos básicos, que sería el tercero del año. Pero no te dejes engañar por la aparente unanimidad: las fisuras internas se están ampliando. Se espera que otros tres miembros voten en contra.

Lo más interesante son los datos de fondo: si en diciembre realmente hay tres votos en contra, serían ya cuatro reuniones consecutivas con disidentes. El número total de votos en contra acumulados en este periodo se dispararía a 8, igualando la suma de las 47 reuniones anteriores. ¿Qué significa esto? Que las divisiones de los últimos meses equivalen a las de varios años previos.

El foco de la controversia sigue siendo el viejo dilema: ¿dónde debe situarse el tipo de interés neutral? Dentro del comité no hay ningún consenso sobre esta cifra. Powell lleva tiempo intentando sumar apoyos, pero con resultados limitados.

El momento es aún más delicado porque Trump está a punto de nombrar a un nuevo presidente de la Fed. Si el rumoreado Hassett realmente asume el cargo, tendrá que enfrentarse a un grupo de colegas bastante escépticos con la actual línea. Los votos en contra frecuentes podrían convertirse en la nueva normalidad.

Así que, aunque el recorte de tipos se concrete esta semana, es probable que el tono del comunicado sea más agresivo. Al fin y al cabo, con tanta falta de unidad interna, hay que enviar una señal de cautela hacia fuera.