CoreWeave acaba de soltar una bomba: planean recaudar $2 mil millones a través de deuda convertible. ¿Y el mercado? Nada impresionado. Las acciones cayeron justo después del anuncio.

Los bonos convertibles siempre son un arma de doble filo. Es verdad, es capital sin dilución inmediata, pero los inversores saben lo que viene. Cuando esos bonos se conviertan en acciones más adelante, los accionistas existentes se verán perjudicados. Wall Street ve esto claramente como una señal: quizá el consumo de efectivo es mayor de lo esperado, o las previsiones de crecimiento no se están cumpliendo tan bien.

Para una empresa que surfea la ola de la infraestructura de IA, este movimiento financiero genera dudas. ¿Está la demanda de computación de IA llegando a su techo? ¿O simplemente están aprovechando las condiciones de los tipos de interés? En cualquier caso, la reacción de la acción lo dice todo: Wall Street quiere crecimiento financiado por ingresos, no añadiendo $2B a la tabla de capitalizaciones por la puerta de atrás.