El fin de semana eché un vistazo a los datos y, sorprendentemente, la tasa anual del PCE subyacente de septiembre retrocedió, lo que por fin muestra algunas señales de enfriamiento en la presión inflacionaria. ¿La reacción más directa? El precio de la plata se disparó hasta los 59 dólares, un nivel que no se había visto antes.

Por otro lado, Bessent es bastante optimista respecto a la economía estadounidense y predice que el PIB podría crecer hasta un 3%. Sin embargo, lo que más le importa ahora al mercado sigue siendo la vieja cuestión: ¿cuándo se decidirá la Reserva Federal a recortar los tipos de interés? Los datos de inflación han dado algo de esperanza, pero Powell aún no se ha pronunciado claramente.

Por cierto, en Oriente Medio, Hamás ha declarado estar dispuesto a hablar sobre el desarme, pero con la condición de que primero se negocie la creación de un Estado. También hay que estar atentos a estas variables geopolíticas.