Las autoridades tailandesas acaban de desmantelar a decenas de estafadores que operaban esas clásicas trampas de romance mezcladas con criptomonedas. Ya conoces el truco: perfiles falsos, charla dulce y, de repente, aparece esa “increíble oportunidad de inversión” que supuestamente multiplicará tu dinero por 10 de la noche a la mañana.

Estas operaciones combinan las viejas estafas sentimentales con los modernos esquemas de pump-and-dump. Las víctimas creen estar hablando con su alma gemela, pero en realidad están interactuando con redes de crimen organizado.

Este desmantelamiento es un recordatorio: si alguien a quien nunca has conocido en persona empieza a ofrecerte señales de trading o acuerdos exclusivos con tokens, huye. Las conexiones reales no vienen acompañadas de carteras de inversión.