Un cambio de perspectiva importante por parte de uno de los mayores actores de Wall Street. Larry Fink, el CEO que dirige el mayor gestor de activos del mundo, acaba de admitir que se equivocó respecto a Bitcoin y al espacio cripto en general. No se trata de cualquier ejecutivo retractándose de sus comentarios; estamos hablando del hombre al mando de un imperio de $10 billones que en su momento desestimó los activos digitales. ¿Su cambio de opinión? Bastante significativo si se tiene en cuenta cómo el dinero institucional sigue estas señales de liderazgo. La ironía no pasa desapercibida para quienes recuerdan el escepticismo de los círculos de las finanzas tradicionales hace apenas unos años. Ahora esas mismas voces entonan una melodía completamente distinta.