Los activos vinculados a la administración actual y la Primera Familia están sufriendo un golpe. Las acciones y las monedas digitales asociadas a ellos han caído drásticamente a medida que un sentimiento de aversión al riesgo se apodera de los mercados. La liquidación refleja un retiro más amplio de las tenencias especulativas, con los inversores retrocediendo de posiciones volátiles en medio de una creciente incertidumbre económica.