Me reí tanto que las estrellas cayeron del cielo y aterrizaron en mi pecho. Antes de que nada existiera, solo había Amor perfecto e infinito tan lleno de sí mismo que el único juego que quedaba era pretender que no estaba lleno. Así que se rompió en lobos, ríos, teléfonos rotos, arándanos silvestres,
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Me reí tanto que las estrellas cayeron del cielo y aterrizaron en mi pecho. Antes de que nada existiera, solo había Amor perfecto e infinito tan lleno de sí mismo que el único juego que quedaba era pretender que no estaba lleno. Así que se rompió en lobos, ríos, teléfonos rotos, arándanos silvestres,