Velas Japonesas: Lo que TODO trader debe saber (y nadie te lo explica bien)

¿Sabes qué tienen en común los traders que ganan dinero de verdad? Casi todos usan velas japonesas para leer el mercado. No es magia, es solo entender qué dicen los números.

Las velas, básicamente explicadas

Una vela japonesa es como un resumen del día (o de la hora, o del minuto) en el que todo ocurrió:

• Abierto: precio inicial
• Cierre: precio final
• Máximo: el pico más alto
• Mínimo: el piso más bajo

Eso es. Todo lo demás es visualización.

Verde vs Rojo: ¿por qué importa?

Vela verde (alcista): cierre > apertura. Los compradores ganaron el round.

Vela roja (bajista): cierre < apertura. Los vendedores llevaron el control.

La altura del cuerpo te dice qué tan fuerte fue esa diferencia. Las “sombras” (líneas arriba y abajo) muestran dónde intentó ir el precio pero no logró quedarse.

Patrones que funcionan (a veces)

El Martillo

Ves una vela con cuerpo chico pero sombra inferior larga. Aparece después de una caída fuerte. Significa: “intentaron bajar más pero no pudieron.” Buena señal de que el fondo llegó.

El Hombre Colgado

Igual al martillo pero aparece después de una subida. El precio sube pero no aguanta. Señal de debilidad.

Patrón Envolvente Alcista

Dos velas: primero roja (pequeña), luego verde (grande) que la cubre completamente. Los compradores tomaron el control. Eso se llama “reversión.”

Patrón Envolvente Bajista

Al revés: vela roja grande que se traga una vela verde. Los vendedores volvieron.

Por qué los traders viven de esto

Las velas te dan tres cosas:

1. Momentum: ¿qué tan fuerte fue el movimiento? El cuerpo grande = impulso fuerte. Cuerpo pequeño = indecisión.

2. Volatilidad: ¿cuánto saltó el precio? Sombras largas = mercado caótico. Sombras cortas = control.

3. Puntos de giro: ciertos patrones predicen cambios de dirección. No siempre, pero lo suficiente.

El truco que funciona

No es sobre memorizar 100 patrones. Es sobre entender qué está pasando: ¿quién controla? ¿se está debilitando el movimiento? ¿llegó a un extremo? Las velas responden esas preguntas.