La avaricia y la ambición: ¿cómo pueden los traders cruzar esa línea?

El asesino más oculto en el trading no son los fallos técnicos, sino las trampas psicológicas.

La mayoría de los comerciantes atribuyen las pérdidas a la falta de habilidades técnicas, pero la verdad es que los errores como la compra en máximos, el exceso de operaciones y abrir posiciones forzadas provienen fundamentalmente de la codicia, el miedo, la ira y la sobreconfianza.

La avaricia ≠ La ambición

La ambición es el deseo de ganar, que te impulsa a avanzar constantemente. La codicia es la ambición fuera de control: cuando tus deseos comienzan a influir en las decisiones, pasas de la ambición a la codicia.

Las máscaras más comunes de la codicia:

• Exceso de confianza: sentirse invencible, apalancarse ciegamente y aumentar la posición.
• La avaricia derivada de la falta de confianza: sientes que nunca es suficiente ganar, porque en realidad no crees que puedas ganar dinero.
• FOMO: Ver que otros están ganando dinero, miedo a perderse, entrar en el mercado a precios altos.
• Psicología de la venganza: Enfado tras una pérdida, intenta recuperar rápidamente duplicando la inversión.

Señales comunes de avaricia:

• Solo enfócate en el saldo de la cuenta, no en la tendencia de precios.
• No hay un punto de toma de ganancias claro, soñando con “un poco más”
• Compra de inmediato después de ganar, nunca estés satisfecho.
• Abrir demasiadas posiciones al mismo tiempo, alta palanca
• Dejar de lado la gestión de riesgos

Lo más irónico es: cuanto más intentas ganar dinero rápido, más fácil es perderlo. El mercado castiga a aquellos que intentan exprimir cada centavo.

La pregunta clave es: ¿Cuándo se convirtió tu ambición en codicia? Ese suele ser el momento en que pierdes el control.

La solución no es reprimir los deseos (como tensar la cuerda en todo momento), sino corregir los problemas profundos que convierten la ambición en avaricia: defectos de confianza, sesgos psicológicos, creencias erróneas.

Cuando resuelvas esto, podrás correr libremente, porque sabes que tomarás las decisiones correctas automáticamente.