Cuando los gigantes corporativos cooperan cada vez más con el aparato estatal para restringir el control sobre la expresión digital y los datos de los usuarios, la demanda de soluciones resistentes a la censura pasa de ser un lujo a una necesidad. Proyectos como MemoCash ya no son solo experimentales; se están convirtiendo en infraestructura esencial. La convergencia de la tecnología de Bitcoin y BitcoinCash ofrece un camino donde tu voz no puede ser silenciada arbitrariamente y tus transacciones siguen siendo tu negocio. No es paranoia cuando la amenaza a la comunicación abierta se documenta a diario. Las plataformas descentralizadas no son perfectas, pero son nuestra mejor opción contra un futuro donde alguien más decide lo que se te permite decir o ver.