El 47º presidente acaba de dar a los periodistas un recorrido por sus habitaciones recién renovadas en la Casa Blanca, y no pudo resistirse a lucir un detalle en particular: oro de verdad por todas partes.

Señalando las superficies relucientes con orgullo visible, soltó tres frases que básicamente resumen su filosofía sobre el valor:

"No puedes imitar el oro."

"No hay pintura que imite el oro."

"Esto no es material de Home Depot."

El énfasis en la autenticidad es un momento interesante. Mientras los nativos de las criptomonedas debaten sobre la escasez digital y la prueba de trabajo, aquí hay un recordatorio de que el almacén de valor original de la humanidad todavía merece respeto, al menos en ciertos círculos. Oro real, escasez real, flex real. Sin atajos, sin sustitutos sintéticos.

Algunos podrían llamarlo pensamiento a la antigua. Otros podrían ver paralelismos con la mentalidad de "no son tus llaves, no son tus monedas". De cualquier forma, el hombre conoce a su audiencia.