Ella es la esposa del príncipe saudí Mohamed ben Salmane. La princesa Sara bint Mashour bin Abdulaziz Al Saud. Un nombre real, imponente.
Primos ante todo. Han seguido esta antigua tradición de matrimonios consanguíneos típica de la familia real. Su unión data de 2008. Joven, pero ya madre de 5 hijos para el heredero del trono. Sorprendente, ¿no? La ley saudita permite cuatro esposas. Sin embargo, Mohamed ben Salmán solo la ha elegido a ella. Una sola. Su fidelidad parece casi anacrónica en este contexto.
¿La vida de Sara? Misteriosa. Nunca la vemos. O casi. ¿Las fotos de ella? Rarísimas en los medios. Esta ausencia pública no es un azar. El príncipe quizás quiera proteger a su familia de las miradas indiscretas. Difícil estar seguro.
En 2018, en el Elíseo, frente a Macron. Un periodista se atrevió. Preguntó si la princesa acompañaría al príncipe en una próxima visita francesa. Esta pregunta revela bien la fascinación que ejerce esta figura real tan poco visible. Nos interrogamos. Buscamos ver lo invisible.
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Esta bella mujer y la vida discreta de una princesa
Ella es la esposa del príncipe saudí Mohamed ben Salmane. La princesa Sara bint Mashour bin Abdulaziz Al Saud. Un nombre real, imponente.
Primos ante todo. Han seguido esta antigua tradición de matrimonios consanguíneos típica de la familia real. Su unión data de 2008. Joven, pero ya madre de 5 hijos para el heredero del trono. Sorprendente, ¿no? La ley saudita permite cuatro esposas. Sin embargo, Mohamed ben Salmán solo la ha elegido a ella. Una sola. Su fidelidad parece casi anacrónica en este contexto.
¿La vida de Sara? Misteriosa. Nunca la vemos. O casi. ¿Las fotos de ella? Rarísimas en los medios. Esta ausencia pública no es un azar. El príncipe quizás quiera proteger a su familia de las miradas indiscretas. Difícil estar seguro.
En 2018, en el Elíseo, frente a Macron. Un periodista se atrevió. Preguntó si la princesa acompañaría al príncipe en una próxima visita francesa. Esta pregunta revela bien la fascinación que ejerce esta figura real tan poco visible. Nos interrogamos. Buscamos ver lo invisible.