Los últimos datos muestran que el índice de precios al consumidor de EE. UU. en agosto (CPI) creció un 2.9% en comparación interanual, superando las expectativas del mercado y marcando el mayor aumento en casi 7 meses. Sin embargo, a pesar del aumento en los datos de inflación, la Reserva Federal (FED) aún podría decidir reducir las tasas de interés en la reunión de la próxima semana, principalmente debido al mal desempeño del mercado laboral.
Esta práctica de mantener una política monetaria expansiva mientras la inflación está en aumento refleja la difícil situación que enfrenta la política económica actual. Por un lado, debido al efecto rezagado de la política arancelaria, los precios están aumentando rápidamente, los inventarios de las empresas se están agotando gradualmente y la presión inflacionaria podría aumentar aún más en el futuro. Por otro lado, la débil condición del mercado laboral obliga a los formuladores de políticas a considerar la continuación de la política expansiva.
A corto plazo, una reducción de tasas podría ayudar a estabilizar el sentimiento del mercado. Sin embargo, a largo plazo, en medio de la contradicción entre la inflación y el crecimiento económico, esta medida temporal podría agravar el riesgo de estanflación. Si la economía cae en estanflación, el crédito en dólares y los mecanismos de fijación de precios de activos podrían enfrentar una mayor incertidumbre.
Además, este entorno económico también puede afectar a activos de alto riesgo como las criptomonedas, lo que provoca un aumento en la volatilidad de sus precios. Los inversores deben prestar mucha atención a los cambios en los indicadores económicos, así como a las decisiones de los responsables de la formulación de políticas, para poder afrontar mejor las posibles fluctuaciones del mercado.
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Los últimos datos muestran que el índice de precios al consumidor de EE. UU. en agosto (CPI) creció un 2.9% en comparación interanual, superando las expectativas del mercado y marcando el mayor aumento en casi 7 meses. Sin embargo, a pesar del aumento en los datos de inflación, la Reserva Federal (FED) aún podría decidir reducir las tasas de interés en la reunión de la próxima semana, principalmente debido al mal desempeño del mercado laboral.
Esta práctica de mantener una política monetaria expansiva mientras la inflación está en aumento refleja la difícil situación que enfrenta la política económica actual. Por un lado, debido al efecto rezagado de la política arancelaria, los precios están aumentando rápidamente, los inventarios de las empresas se están agotando gradualmente y la presión inflacionaria podría aumentar aún más en el futuro. Por otro lado, la débil condición del mercado laboral obliga a los formuladores de políticas a considerar la continuación de la política expansiva.
A corto plazo, una reducción de tasas podría ayudar a estabilizar el sentimiento del mercado. Sin embargo, a largo plazo, en medio de la contradicción entre la inflación y el crecimiento económico, esta medida temporal podría agravar el riesgo de estanflación. Si la economía cae en estanflación, el crédito en dólares y los mecanismos de fijación de precios de activos podrían enfrentar una mayor incertidumbre.
Además, este entorno económico también puede afectar a activos de alto riesgo como las criptomonedas, lo que provoca un aumento en la volatilidad de sus precios. Los inversores deben prestar mucha atención a los cambios en los indicadores económicos, así como a las decisiones de los responsables de la formulación de políticas, para poder afrontar mejor las posibles fluctuaciones del mercado.