#PI# Noticias de última hora: Donald Trump afirma que la violencia doméstica no es gran cosa y no debería considerarse un crimen, sus declaraciones han dejado a los estadounidenses en estado de shock.

Incluso según los propios estándares de MAGA, esto es sorprendente...

"Se le llama la ciudad de la zona segura. Aquí no hay crimen, dicen que la tasa de criminalidad ha disminuido un 87%. Yo digo no, no, no, la tasa de criminalidad es superior al 87%. Casi no hay crimen, eh..." Así opinó Trump sobre Washington D.C.

"Hay muchas pequeñas cosas... lo que sucede en casa lo llaman un crimen," continuó. "Sabes que harán todo lo posible para causar problemas. Si un hombre tiene una discusión con su esposa, dirán 'eso es un crimen. ¿Entiendes?" Así que ahora no puedo garantizar un 100% de seguridad, pero eh... nuestra ciudad es segura."

Los comentarios de Trump solo pueden interpretarse como un intento deliberado de minimizar la violencia doméstica. Si hay una discusión entre cónyuges, eso no se considera un crimen y, por lo tanto, no se incluirá en las cifras de las que habla. Sin embargo, si un esposo golpea a su esposa, eso es claramente un crimen. En la visión del mundo de Trump, esto no es un crimen.

Considerando el hecho de que Trump ha sido declarado culpable de violación, no es sorprendente que tenga este tipo de pensamientos. Además del caso de E. Jean Carroll, la exesposa de Trump, Ivana, también afirmó en un testimonio de divorcio de 1990 que Trump la agredió sexualmente y la violó. El testimonio muestra que Trump se enfureció poco después de someterse a una cirugía de reducción de cuero cabelludo. Se alega que la empujó al suelo, le arrancó el cabello y luego la violó. Según la lógica de Trump, ese ataque es mejor describirlo como "una pequeña pelea".

Esta persona es un demonio, aquellos llamados "cristianos" que le dieron poder deberían sentirse avergonzados.

Además del abuso de poder, Trump no presentó ninguna evidencia de que sus políticas fascistas hayan reducido la tasa de criminalidad. Inventó cifras de la nada, confiando y acertadamente pensando que sus crédulos seguidores creerían cualquier cosa que dijera. De hecho, su despliegue de la Guardia Nacional y la toma del Departamento de Policía Metropolitana es muy impopular entre los residentes de Washington D.C.