La crisis comunitaria de los proyectos cripto: del engaño de datos al camino de la autodestrucción
En el actual mercado de criptomonedas, muchos nuevos proyectos enfrentan un problema común: los tokens comienzan a devaluarse tan pronto como se lanzan. Para aliviar esta situación, los equipos de proyecto han adoptado diversas estrategias, como controlar anticipadamente los tokens en circulación y bloquear los airdrops. Sin embargo, estas prácticas reflejan un problema más profundo: los equipos de proyecto equiparan a su comunidad con una potencial presión de venta.
Este enfoque plantea una cuestión clave: ¿por qué las comunidades cuidadosamente cultivadas terminan convirtiéndose en vendedores en lugar de en apoyadores? Si la comunidad es solo una fuente de venta, ¿cuál es el sentido de que el equipo del proyecto invierta grandes recursos en construirla?
De hecho, muchos proyectos tienen una comprensión errónea de la construcción de comunidades. A menudo ven la comunidad como una condición necesaria para la cotización en un intercambio, en lugar de como un pilar central del desarrollo del proyecto. Como resultado, la comunidad se simplifica a fríos indicadores numéricos, como la cantidad de miembros y la velocidad de crecimiento. Esta visión ha llevado a la aparición de un modelo estandarizado de construcción de comunidades.
Este modelo atrae a una gran cantidad de usuarios a través de diversas plataformas de tareas y herramientas de marketing, utilizando trucos como "participación sin barreras" y "airdrops sin esfuerzo". Sin embargo, las desventajas de este enfoque son evidentes: atrae principalmente a "cazadores de recompensas" orientados a beneficios a corto plazo, en lugar de verdaderos partidarios que se preocupan por el desarrollo del proyecto.
Si el único objetivo del proyecto es lanzar rápidamente el token y salir, entonces esta estrategia es realmente eficiente. Pero para los proyectos que buscan un desarrollo a largo plazo, esta práctica es prácticamente un suicidio. Determina fundamentalmente la calidad y la motivación de los miembros de la comunidad, lo que hace que el lanzamiento del token enfrente una enorme presión de venta.
El equipo del proyecto necesita reevaluar la esencia de la construcción de la comunidad. Una comunidad verdaderamente valiosa debe estar compuesta por miembros que tengan una comprensión profunda del proyecto y una inversión a largo plazo, y no solo por especuladores que buscan beneficios a corto plazo. Solo al establecer una comunidad así, el proyecto podrá obtener un apoyo continuo y un impulso para su desarrollo.
Para cambiar esta situación, el equipo del proyecto necesita cambiar fundamentalmente su enfoque y filosofía sobre la construcción de la comunidad. Deben centrarse en cómo atraer y cultivar a verdaderos seguidores que reconozcan el valor del proyecto, en lugar de simplemente buscar un aumento en la cantidad. Solo así, la comunidad podrá transformarse de un posible desalojo en un sólido respaldo para el proyecto, proporcionando un impulso continuo para el desarrollo a largo plazo del mismo.
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Dilemas de la comunidad de proyectos criptográficos: del fraude de datos a la autodestrucción
La crisis comunitaria de los proyectos cripto: del engaño de datos al camino de la autodestrucción
En el actual mercado de criptomonedas, muchos nuevos proyectos enfrentan un problema común: los tokens comienzan a devaluarse tan pronto como se lanzan. Para aliviar esta situación, los equipos de proyecto han adoptado diversas estrategias, como controlar anticipadamente los tokens en circulación y bloquear los airdrops. Sin embargo, estas prácticas reflejan un problema más profundo: los equipos de proyecto equiparan a su comunidad con una potencial presión de venta.
Este enfoque plantea una cuestión clave: ¿por qué las comunidades cuidadosamente cultivadas terminan convirtiéndose en vendedores en lugar de en apoyadores? Si la comunidad es solo una fuente de venta, ¿cuál es el sentido de que el equipo del proyecto invierta grandes recursos en construirla?
De hecho, muchos proyectos tienen una comprensión errónea de la construcción de comunidades. A menudo ven la comunidad como una condición necesaria para la cotización en un intercambio, en lugar de como un pilar central del desarrollo del proyecto. Como resultado, la comunidad se simplifica a fríos indicadores numéricos, como la cantidad de miembros y la velocidad de crecimiento. Esta visión ha llevado a la aparición de un modelo estandarizado de construcción de comunidades.
Este modelo atrae a una gran cantidad de usuarios a través de diversas plataformas de tareas y herramientas de marketing, utilizando trucos como "participación sin barreras" y "airdrops sin esfuerzo". Sin embargo, las desventajas de este enfoque son evidentes: atrae principalmente a "cazadores de recompensas" orientados a beneficios a corto plazo, en lugar de verdaderos partidarios que se preocupan por el desarrollo del proyecto.
Si el único objetivo del proyecto es lanzar rápidamente el token y salir, entonces esta estrategia es realmente eficiente. Pero para los proyectos que buscan un desarrollo a largo plazo, esta práctica es prácticamente un suicidio. Determina fundamentalmente la calidad y la motivación de los miembros de la comunidad, lo que hace que el lanzamiento del token enfrente una enorme presión de venta.
El equipo del proyecto necesita reevaluar la esencia de la construcción de la comunidad. Una comunidad verdaderamente valiosa debe estar compuesta por miembros que tengan una comprensión profunda del proyecto y una inversión a largo plazo, y no solo por especuladores que buscan beneficios a corto plazo. Solo al establecer una comunidad así, el proyecto podrá obtener un apoyo continuo y un impulso para su desarrollo.
Para cambiar esta situación, el equipo del proyecto necesita cambiar fundamentalmente su enfoque y filosofía sobre la construcción de la comunidad. Deben centrarse en cómo atraer y cultivar a verdaderos seguidores que reconozcan el valor del proyecto, en lugar de simplemente buscar un aumento en la cantidad. Solo así, la comunidad podrá transformarse de un posible desalojo en un sólido respaldo para el proyecto, proporcionando un impulso continuo para el desarrollo a largo plazo del mismo.