La pérdida relativa duele más que la pérdida absoluta.
Escena clásica: Tu inversión: 0% de rendimiento (sin pérdidas) Inversión del colega: +50% de rendimiento Tu sentimiento psicológico: ¡como si hubieras perdido un 50%! ¿Por qué es así?
Porque en la antigua lógica del cerebro: desventaja relativa = descenso de estatus = amenaza a la supervivencia
Incluso si no tienes ninguna pérdida objetiva, la disminución de tu estatus relativo aún activará el sistema de alerta de peligro en el cerebro.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La pérdida relativa duele más que la pérdida absoluta.
Escena clásica:
Tu inversión: 0% de rendimiento (sin pérdidas)
Inversión del colega: +50% de rendimiento
Tu sentimiento psicológico: ¡como si hubieras perdido un 50%!
¿Por qué es así?
Porque en la antigua lógica del cerebro: desventaja relativa = descenso de estatus = amenaza a la supervivencia
Incluso si no tienes ninguna pérdida objetiva, la disminución de tu estatus relativo aún activará el sistema de alerta de peligro en el cerebro.