En esta sociedad, el 90% de las personas son las que ven a quién atacar, temen a los fuertes y son crueles con los débiles. Cuando atacas a los demás, no ofendes a nadie; por el contrario, te respetan como persona. Un contraataque audaz es para que la otra parte entienda tus límites y se dé cuenta de que no eres alguien a quien se pueda manipular o burlarse a su antojo. Al liberar presión sobre ellos de manera audaz en el lenguaje, descubrirás que vives muy cómodamente, y esos pequeños y malvados se mantendrán alejados de ti. Ser cortés con los pequeños y malvados no sirve de nada. Debes atreverte a atacar a quienes no te respetan; ataques verbales, sarcasmo, e incluso empujarlos o chocarlos está bien. Siempre que hagas esto, el 90% de las personas no se atreverán a burlarse de ti.
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En esta sociedad, el 90% de las personas son las que ven a quién atacar, temen a los fuertes y son crueles con los débiles. Cuando atacas a los demás, no ofendes a nadie; por el contrario, te respetan como persona. Un contraataque audaz es para que la otra parte entienda tus límites y se dé cuenta de que no eres alguien a quien se pueda manipular o burlarse a su antojo. Al liberar presión sobre ellos de manera audaz en el lenguaje, descubrirás que vives muy cómodamente, y esos pequeños y malvados se mantendrán alejados de ti. Ser cortés con los pequeños y malvados no sirve de nada. Debes atreverte a atacar a quienes no te respetan; ataques verbales, sarcasmo, e incluso empujarlos o chocarlos está bien. Siempre que hagas esto, el 90% de las personas no se atreverán a burlarse de ti.