Más de 100,000 cubanos ahora utilizan Bitcoin y otras monedas digitales para enviar dinero a la familia, comprar bienes en línea y escapar de las restricciones económicas que han aislado su isla durante décadas.
Cuba ha enfrentado sanciones económicas de EE. UU. desde 1962. Estas restricciones bloquean a los cubanos de usar muchos servicios financieros básicos que las personas en otros países dan por sentado. No pueden acceder a PayPal, usar la mayoría de las tarjetas de crédito o comprar en Amazon. Incluso enviar dinero de miembros de la familia en los Estados Unidos se volvió casi imposible cuando Western Union cerró sus más de 400 ubicaciones en Cuba en 2020.
Pero los cubanos han encontrado una forma de sortear estas barreras: criptomoneda.
De la prohibición al reconocimiento legal
El gobierno cubano publicó la Resolución 215 en su Gaceta Oficial, otorgando al Banco Central de Cuba el poder de regular las monedas digitales y licenciar a los proveedores de servicios de criptomonedas.
El gobierno dijo que tomó esta decisión por “razones de interés socioeconómico.” Traducción: el país necesitaba desesperadamente nuevas formas de participar en la economía global.
Hoy en día, se cree que entre 100,000 y 200,000 cubanos utilizan criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y Avalanche. Eso representa alrededor del 1-2% de la población de la isla. Si bien este porcentaje parece pequeño en comparación con otros países, muestra un crecimiento rápido para una nación que solo tuvo acceso generalizado a internet móvil hace algunos años.
Cuando Western Union se fue, las criptomonedas llenaron el vacío
El punto de inflexión llegó en 2020 cuando la administración Trump prohibió a los estadounidenses enviar dinero a Cuba a través de Western Union. Este servicio había estado operando en Cuba durante más de 20 años y era la principal manera en que los cubano-americanos enviaban dinero a sus familias en casa.
Las remesas—dinero enviado por miembros de la familia en el extranjero—constituyeron aproximadamente el 6% de la producción económica total de Cuba entre 2005 y 2020. Cuando Western Union cerró, las familias quedaron desconectadas de este vital salvavidas financiero.
Alex Sobrino, quien comenzó el primer grupo de criptomonedas de Cuba en Telegram en 2018, observó el cambio suceder en tiempo real. “Cuando Western Union dejó de existir, hubo un gran aumento en las remesas a través de criptomonedas”, dijo Erich García, fundador de BitRemesas.com, una empresa que procesa remesas cripto.
Las familias cubanas comenzaron a usar grupos de Telegram para comerciar con criptomonedas. Por ejemplo: Alguien en Miami podría enviar Bitcoin a un familiar en La Habana, quien luego se encontraría con alguien local para intercambiarlo por pesos cubanos o dólares estadounidenses.
Más que solo transferencias de dinero
El uso de criptomonedas en Cuba va mucho más allá de enviar dinero a la familia. Los cubanos utilizan monedas digitales para:
Pagar facturas de electricidad y recargar teléfonos móviles
Compra bienes de sitios web internacionales que no aceptan métodos de pago cubanos
Proteger los ahorros de una inflación que superó el 70% en los últimos años
Recibe pagos por trabajo realizado en línea, como desarrollo de software o arte digital
Gabriel Guerra Bianchini, un fotógrafo en La Habana, vendió su primera obra de arte NFT por 1.6 Ethereum en solo seis días. El desarrollador de software Eyonys González utiliza Bitcoin para pagar el alojamiento web, software antivirus y otros servicios digitales a los que los métodos de pago cubanos no pueden acceder.
“Ya no pensamos: ‘Soy cubano, así que no puedo usar esto.’ No—bitcoin no reconoce fronteras,” dijo González.
Los desafíos de infraestructura limitan el crecimiento
A pesar de la creciente adopción, Cuba enfrenta importantes obstáculos para expandir el uso de criptomonedas. El mayor problema es la electricidad. La isla experimenta apagones frecuentes que pueden durar más de 10 horas al día. Estos cortes de energía han hecho que la minería de criptomonedas sea casi imposible y han costado a muchos pequeños inversores miles de dólares en equipos dañados.
La infraestructura de internet de Cuba también sigue siendo limitada en comparación con otros países. Si bien más de 5 millones de cubanos ahora tienen acceso a internet móvil, las velocidades de conexión y la fiabilidad siguen creando barreras para la adopción generalizada de criptomonedas.
El pronóstico del mercado de Statista muestra que el mercado de criptomonedas de Cuba alcanzará 451,400 usuarios para 2025, con un valor total de mercado de $23.5 millones. Se espera que el usuario promedio de criptomonedas en Cuba gaste alrededor de $54 al año en monedas digitales.
El gobierno camina por una línea cuidadosa
El gobierno de Cuba ha optado por regular las criptomonedas en lugar de prohibirlas como lo hizo China. El marco regulatorio de 2024 requiere que las empresas de criptomonedas sigan las reglas de anti-lavado de dinero y reporten actividades sospechosas.
El presidente Biden anunció planes en enero de 2025 para eliminar a Cuba de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo de EE. UU., pero la administración Trump que asumió en enero puede revertir esto e imponer sanciones más estrictas.
La experiencia de Cuba muestra cómo las criptomonedas pueden servir como un salvavidas económico para los países sancionados. Las monedas digitales han dado a los cubanos comunes nuevas formas de participar en la economía global a pesar de décadas de aislamiento.
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Cuba se vuelve hacia Bitcoin y Cripto para sobrevivir a más de 60 años de sanciones de EE. UU. - Brave New Coin
Más de 100,000 cubanos ahora utilizan Bitcoin y otras monedas digitales para enviar dinero a la familia, comprar bienes en línea y escapar de las restricciones económicas que han aislado su isla durante décadas.
Cuba ha enfrentado sanciones económicas de EE. UU. desde 1962. Estas restricciones bloquean a los cubanos de usar muchos servicios financieros básicos que las personas en otros países dan por sentado. No pueden acceder a PayPal, usar la mayoría de las tarjetas de crédito o comprar en Amazon. Incluso enviar dinero de miembros de la familia en los Estados Unidos se volvió casi imposible cuando Western Union cerró sus más de 400 ubicaciones en Cuba en 2020.
Pero los cubanos han encontrado una forma de sortear estas barreras: criptomoneda.
De la prohibición al reconocimiento legal
El gobierno cubano publicó la Resolución 215 en su Gaceta Oficial, otorgando al Banco Central de Cuba el poder de regular las monedas digitales y licenciar a los proveedores de servicios de criptomonedas.
El gobierno dijo que tomó esta decisión por “razones de interés socioeconómico.” Traducción: el país necesitaba desesperadamente nuevas formas de participar en la economía global.
Hoy en día, se cree que entre 100,000 y 200,000 cubanos utilizan criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y Avalanche. Eso representa alrededor del 1-2% de la población de la isla. Si bien este porcentaje parece pequeño en comparación con otros países, muestra un crecimiento rápido para una nación que solo tuvo acceso generalizado a internet móvil hace algunos años.
Cuando Western Union se fue, las criptomonedas llenaron el vacío
El punto de inflexión llegó en 2020 cuando la administración Trump prohibió a los estadounidenses enviar dinero a Cuba a través de Western Union. Este servicio había estado operando en Cuba durante más de 20 años y era la principal manera en que los cubano-americanos enviaban dinero a sus familias en casa.
Las remesas—dinero enviado por miembros de la familia en el extranjero—constituyeron aproximadamente el 6% de la producción económica total de Cuba entre 2005 y 2020. Cuando Western Union cerró, las familias quedaron desconectadas de este vital salvavidas financiero.
Alex Sobrino, quien comenzó el primer grupo de criptomonedas de Cuba en Telegram en 2018, observó el cambio suceder en tiempo real. “Cuando Western Union dejó de existir, hubo un gran aumento en las remesas a través de criptomonedas”, dijo Erich García, fundador de BitRemesas.com, una empresa que procesa remesas cripto.
Las familias cubanas comenzaron a usar grupos de Telegram para comerciar con criptomonedas. Por ejemplo: Alguien en Miami podría enviar Bitcoin a un familiar en La Habana, quien luego se encontraría con alguien local para intercambiarlo por pesos cubanos o dólares estadounidenses.
Más que solo transferencias de dinero
El uso de criptomonedas en Cuba va mucho más allá de enviar dinero a la familia. Los cubanos utilizan monedas digitales para:
Gabriel Guerra Bianchini, un fotógrafo en La Habana, vendió su primera obra de arte NFT por 1.6 Ethereum en solo seis días. El desarrollador de software Eyonys González utiliza Bitcoin para pagar el alojamiento web, software antivirus y otros servicios digitales a los que los métodos de pago cubanos no pueden acceder.
“Ya no pensamos: ‘Soy cubano, así que no puedo usar esto.’ No—bitcoin no reconoce fronteras,” dijo González.
Los desafíos de infraestructura limitan el crecimiento
A pesar de la creciente adopción, Cuba enfrenta importantes obstáculos para expandir el uso de criptomonedas. El mayor problema es la electricidad. La isla experimenta apagones frecuentes que pueden durar más de 10 horas al día. Estos cortes de energía han hecho que la minería de criptomonedas sea casi imposible y han costado a muchos pequeños inversores miles de dólares en equipos dañados.
La infraestructura de internet de Cuba también sigue siendo limitada en comparación con otros países. Si bien más de 5 millones de cubanos ahora tienen acceso a internet móvil, las velocidades de conexión y la fiabilidad siguen creando barreras para la adopción generalizada de criptomonedas.
El pronóstico del mercado de Statista muestra que el mercado de criptomonedas de Cuba alcanzará 451,400 usuarios para 2025, con un valor total de mercado de $23.5 millones. Se espera que el usuario promedio de criptomonedas en Cuba gaste alrededor de $54 al año en monedas digitales.
El gobierno camina por una línea cuidadosa
El gobierno de Cuba ha optado por regular las criptomonedas en lugar de prohibirlas como lo hizo China. El marco regulatorio de 2024 requiere que las empresas de criptomonedas sigan las reglas de anti-lavado de dinero y reporten actividades sospechosas.
El presidente Biden anunció planes en enero de 2025 para eliminar a Cuba de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo de EE. UU., pero la administración Trump que asumió en enero puede revertir esto e imponer sanciones más estrictas.
La experiencia de Cuba muestra cómo las criptomonedas pueden servir como un salvavidas económico para los países sancionados. Las monedas digitales han dado a los cubanos comunes nuevas formas de participar en la economía global a pesar de décadas de aislamiento.