En el primer trimestre de 2026, Bitcoin afronta nuevas expectativas. El principal catalizador no es el lanzamiento de stablecoins emitidas por bancos, sino la rápida apertura de los canales tradicionales de gestión patrimonial. Vanguard y Bank of America han relajado las restricciones sobre inversiones en criptomonedas. Con el impulso estacional, estos cambios podrían ayudar a compensar la volatilidad de mercado registrada a finales de 2025.
Vanguard, que gestiona 11 billones de dólares en activos, eliminó su prohibición de invertir en criptomonedas a principios de diciembre. Ahora permite que 50 millones de clientes operen con ETFs spot de Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas. Aunque Vanguard no emite productos cripto propios, su extensa red minorista podría aportar un volumen de capital relevante al mercado.
A partir del 5 de enero, Bank of America permitirá que los asesores de Merrill Lynch y de banca privada recomienden activamente ETPs de criptomonedas. Los asesores podrán guiar a clientes cualificados para asignar entre un 1 % y un 4 % de sus activos a los principales ETFs de Bitcoin de EE. UU. Esta medida abre el acceso a decenas de miles de millones de dólares de patrimonio previamente excluido.
Según River, cerca del 60 % de los 25 mayores bancos estadounidenses ya venden, custodian u ofrecen asesoramiento vinculado a Bitcoin.
A comienzos de 2026, es más probable que los compradores sean fondos de jubilación que incrementan su posición en Bitcoin hasta un 2 %, más que fondos cripto con alto apalancamiento.
Desde 2013, el rendimiento medio de Bitcoin en febrero ronda el 15 %, y la ganancia media en el primer trimestre supera el 50 %. Sin embargo, el primer trimestre de 2025 fue el peor en una década, con una caída del 12 %, lo que demuestra que los patrones históricos no son garantía de resultados.
Las expectativas del mercado han descendido. Standard Chartered redujo su objetivo para Bitcoin en 2026 de 300 000 a 150 000 dólares. Cualquier recuperación dependerá más de las entradas reales de capital que del trading impulsivo.
El 16 de diciembre se publicó una propuesta normativa que permitiría a las filiales de bancos estatales emitir stablecoins de pago. La norma exige respaldo total 1:1 y prohíbe la rehipotecación arbitraria.
No obstante, esta normativa está sujeta a un periodo de comentarios de 60 días y probablemente no entrará en vigor antes de finales de 2026, previéndose una implantación significativa, como pronto, en 2027. No tendrá impacto práctico en el primer trimestre.
Aun así, el impacto a largo plazo es considerable. Las stablecoins conformes emitidas por bancos podrían convertirse en activos de liquidación para los creadores de mercado de ETFs, aumentar la liquidez en derivados y consolidar las blockchains públicas como capa institucional de liquidación confiable.
Por tanto, las perspectivas para el primer trimestre se resumen en una cuestión numérica: ¿Cuántos clientes de Vanguard incorporarán un 1 %–2 % de Bitcoin a sus carteras, y cuánto capital fluirá a través de los canales de Bank of America?





