En la red Ethereum, el “estado” representa el conjunto completo de toda la información verificable en la cadena en cada momento. Incluye los saldos de cuentas, los datos de almacenamiento de contratos, el bytecode de los smart contracts y otras estructuras de datos fundamentales. A diferencia de un libro mayor, que solo registra el historial de transacciones, el estado refleja directamente el resultado operativo actual de la red. Es el fundamento para que los nodos ejecuten transacciones, validen bloques y mantengan el consenso.
Con la expansión del ecosistema Ethereum y el aumento de smart contracts y aplicaciones descentralizadas, el estado en la cadena crece en tamaño. Por ello, cada nodo completo debe almacenar, sincronizar y mantener un volumen mayor de datos, lo que incrementa los requisitos de hardware y la carga del sistema para los operadores de nodos.
El “state bloat” se refiere a la acumulación continua de datos de estado en la cadena, sin procesos naturales de recuperación. Como el protocolo Ethereum no elimina automáticamente el estado inactivo, los nodos completos deben conservar grandes volúmenes de datos históricos que rara vez se consultan.
Según los estudios, cerca del 80 % de los datos de estado en la cadena no se acceden durante un año o más. Aun así, estos datos suponen una carga obligatoria de almacenamiento y sincronización para todos los nodos. Este crecimiento descontrolado no solo eleva los costes de almacenamiento, sino que también dificulta que los usuarios promedio gestionen nodos completos.
Si en el futuro solo unos pocos grandes proveedores de servicios pueden mantener el estado completo, la descentralización de Ethereum se vería comprometida, introduciendo nuevos riesgos de confianza y censura.
State Expiry consiste en identificar los datos que no han sido accedidos durante mucho tiempo y eliminarlos del “conjunto de estado activo”. Solo los datos recientes y de uso frecuente se consideran operativos, mientras que el estado “frío” debe reactivarse mediante mecanismos de prueba específicos.
Este método se asemeja a un sistema de caché, donde solo los datos calientes permanecen en la capa de acceso frecuente. En teoría, puede reducir notablemente el tamaño del estado activo y disminuir de forma relevante los costes de almacenamiento y sincronización de los nodos.
El enfoque State Archive divide los datos en la cadena en niveles distintos:
Mediante un almacenamiento escalonado, los nodos pueden mantener un rendimiento estable sin perder verificabilidad histórica. Este modelo prioriza la “estabilidad del rendimiento” frente a la eliminación total de los datos históricos, lo que lo convierte en una estrategia sólida a largo plazo que equilibra seguridad y usabilidad.
Partial Statelessness propone que los nodos solo mantengan el subconjunto de estado en la cadena relevante para sus operaciones. El resto de los datos puede recuperarse según se necesite a través de nodos ligeros, wallets, capas de caché o mecanismos de prueba externos.
Este modelo puede reducir el umbral operativo para gestionar nodos, aumentar la participación global y disminuir la dependencia de grandes proveedores de servicios RPC, reforzando así la descentralización de la red.
Todas estas soluciones buscan reducir las barreras de hardware y operación para ejecutar nodos sin sacrificar la seguridad, evitando la centralización del almacenamiento de estado en la red.
Si el mantenimiento del estado se concentra en unos pocos nodos grandes o proveedores de servicios, se debilitaría la descentralización y aumentarían los riesgos de censura y vulnerabilidades sistémicas. Por ello, la optimización del estado es un pilar esencial del modelo de seguridad a largo plazo de Ethereum.
Además, estos mecanismos pueden tener efectos en cascada sobre las soluciones de escalado Layer 2, los modelos de servicio RPC y el ecosistema de indexación de datos en la cadena. Por ejemplo, la partial statelessness puede impulsar el desarrollo de servicios de caché, nodos ligeros y arquitecturas modulares de acceso a datos.
La Ethereum Foundation ha subrayado que estas propuestas siguen en fase de investigación y experimentación, y aún no se han integrado plenamente en el protocolo. Las prioridades futuras de I+D incluyen:
Existe un amplio consenso entre los investigadores en que estas soluciones deben equilibrar la usabilidad real, la seguridad y la compatibilidad retroactiva. Es improbable que se adopten todas a la vez; lo más probable es que se implementen de manera gradual.

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Desde el punto de vista del mercado, los desafíos técnicos estructurales suelen generar incertidumbre a corto plazo y pueden influir en el sentimiento. Sin embargo, a medio y largo plazo, abordar el state bloat tendrá un impacto claramente positivo en la salud del ecosistema Ethereum.
Al 19 de diciembre de 2025, ETH sigue fluctuando en torno a los 2 900 $. A medida que las optimizaciones de gestión del estado se consoliden y se adopten a gran escala, mejorarán la eficiencia de la red, la distribución de nodos y la sostenibilidad del sistema, proporcionando una base técnica más sólida para el valor a largo plazo de Ethereum.
El state bloat no es una cuestión puntual, sino un desafío estructural que Ethereum debe afrontar como plataforma de computación de propósito general a gran escala. Ya sea mediante state expiry, state archiving o partial statelessness, la clave es encontrar un nuevo equilibrio entre rendimiento, descentralización y seguridad.
En adelante, la claridad y el progreso de las soluciones de gestión del estado serán factores decisivos para la competitividad técnica a largo plazo de Ethereum.





