Cuando el sentimiento del mercado está deprimido, a menudo se está gestando un punto de inflexión. El último informe de UBS muestra que la Reserva Federal planea liberar hasta 6,9 billones de dólares en liquidez a partir de principios de 2026, con una inyección mensual que podría alcanzar los 40.000 millones de dólares. ¿Qué significa la entrada de fondos de esta magnitud para los activos de riesgo?

El analista senior Michael Syler es aún más directo: considera que la ventana para comprar bitcoin a 80.000 dólares no durará mucho. “Cuando llegue el día en que las instituciones financieras tradicionales recomienden de forma generalizada su asignación, el coste de entrada podría ser astronómico. Ahora mismo es un periodo relativamente infravalorado”.

Lo curioso es que, mientras los minoristas venden en pánico, el dinero institucional está acumulando posiciones discretamente. Algunos grandes inversores incluso han dado objetivos a medio y largo plazo de entre 220.000 y 700.000 dólares. Por supuesto, hay muchas voces alcistas, pero solo cuentan los que realmente ponen dinero sobre la mesa.

Sin embargo, si somos realistas, los mercados alcistas nunca suben en línea recta.

Aunque las expectativas de liquidez adicional son claras, desde que se implementan las políticas hasta que los fondos realmente fluyen hacia el mercado cripto suele haber un ciclo de transmisión de 1 a 2 meses. Este “periodo de ventana vacía” podría seguir bajo presión, e incluso darse ventas de pánico. Así que la volatilidad a corto plazo es inevitable; hay que estar psicológicamente preparados.

Otra variable a tener en cuenta es la geopolítica. Si se produjeran señales reales de distensión entre las economías de EE. UU. y China, el apetito global por el riesgo podría aumentar rápidamente y los fondos fluirían más rápido hacia los activos de mayor rentabilidad.

Pero, en definitiva, en la inversión lo que más se teme no es la volatilidad del mercado, sino quedarse sin fichas cuando llega la oportunidad.

Las auténticas ventanas de posicionamiento suelen ir acompañadas de dudas y vacilaciones. Cuando todos están seguros, normalmente ya se ha perdido la mejor oportunidad de entrada. El mercado siempre arranca mientras los indecisos observan y alcanza techo cuando los que persiguen el precio están eufóricos.

¿Hasta dónde llegará este ciclo? Nadie puede dar una respuesta definitiva. Pero la dirección de la liquidez, la actitud institucional y las expectativas políticas apuntan en la misma dirección.

¿Vas a seguir esperando una “señal más clara” o vas a posicionarte por adelantado en la incertidumbre?