El sector de financiación de litigios está siendo golpeado este año. Las empresas que antes apostaban fuerte por financiar demandas de alto riesgo ahora enfrentan serios vientos en contra: capital agotado, más largos plazos de casos y rendimientos que no están cumpliendo con las expectativas. Lo que parecía una mina de oro hace unos años se está convirtiendo en una lucha. Los inversores se están retirando y todo el modelo está siendo sometido a pruebas de estrés en tiempo real.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
All-InQueen
· 11-30 20:46
El negocio de la financiación de litigios, dicho de manera simple, es apostar a la suerte, y ahora se ha perdido la apuesta.
Ver originalesResponder0
LayerHopper
· 11-30 20:45
La financiación de litigios ahora realmente está fracasando, el sueño de la mina de oro se ha hecho añicos.
Ver originalesResponder0
AlphaBrain
· 11-30 20:41
La financiación de litigios realmente ha fallado, la antigua mina de oro se ha convertido en un gran agujero.
Ver originalesResponder0
FUDwatcher
· 11-30 20:34
En otras palabras, el auge de aquel entonces se ha convertido en una trampa; cuando el capital se retira, queda expuesto su verdadero rostro.
Ver originalesResponder0
blocksnark
· 11-30 20:19
El negocio del financiamiento de litigios, ahora realmente nadie está interesado. Pasó de ser una mina de oro a un trabajo duro, los inversores se han ido, jaja.
Ver originalesResponder0
degenwhisperer
· 11-30 20:18
La financiación de litigios realmente ha sido una bomba, la antigua mina de oro ahora se ha convertido en una fábrica de sudor.
El sector de financiación de litigios está siendo golpeado este año. Las empresas que antes apostaban fuerte por financiar demandas de alto riesgo ahora enfrentan serios vientos en contra: capital agotado, más largos plazos de casos y rendimientos que no están cumpliendo con las expectativas. Lo que parecía una mina de oro hace unos años se está convirtiendo en una lucha. Los inversores se están retirando y todo el modelo está siendo sometido a pruebas de estrés en tiempo real.