Aquí es donde me opongo a esa narrativa.

Claro, las L1 están algo bloqueadas; necesitas que ese token de gas esté activo cuando la cadena se haga pública. Pero aquí está la cuestión: a menos que tengas una tracción probada como la que ya tenía Hyperliquid, apresurarse a lanzar el token se siente al revés.

Mira lo que realmente funcionó recientemente. ¿Los tokens que se quedaron? No simplemente aparecieron de la nada. Estos proyectos trabajaron en una validación de producto real primero—usuarios reales, problemas reales resueltos. Luego, el token tuvo sentido.

Quizás nos hemos acostumbrado demasiado a la estrategia de "lanzar el token, descubrir el producto después". Las evidencias sugieren que invertir ese orden produce mejores resultados.