Aquí hay algo de lo que la gente no habla lo suficiente: las notas convertibles se promocionan como un movimiento genial: las empresas recaudan efectivo al instante sin diluir las acciones, y dado que siempre están sobre suscritas, todos asumen que hay una gran demanda por las acciones. Pero espera. La demanda por una nota no es lo mismo que la demanda por el capital real.

Tomemos la oferta convertible de $BITF como ejemplo. Claro, se veía impresionante en papel: los fondos entraban, no había dilución inmediata, los inversores estaban alineados. Pero, ¿qué nos dice eso realmente? Los compradores de bonos están buscando rendimiento y potencial de conversión, no necesariamente apostando por la trayectoria de la acción. Es una bestia totalmente diferente.

El mercado ama presentar estos acuerdos como señales alcistas, pero la mecánica cuenta una historia más matizada. Vale la pena profundizar antes de comprar la narrativa.