Cuando yo era solo un niño, solía pasar el tiempo en estas tiendas de coleccionistas de monedas—seguro que todas han desaparecido ya. Pasaba horas escuchando a los veteranos hablar sobre colapsos económicos y activos tangibles. ¿Esas conversaciones? Se quedaron conmigo. Lo curioso es que esas advertencias apocalípticas no estaban equivocadas. Ellos vieron lo que venía mucho antes que el resto de nosotros. Te hace pensar en lo que dirían sobre hacia dónde nos dirigimos ahora.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Cuando yo era solo un niño, solía pasar el tiempo en estas tiendas de coleccionistas de monedas—seguro que todas han desaparecido ya. Pasaba horas escuchando a los veteranos hablar sobre colapsos económicos y activos tangibles. ¿Esas conversaciones? Se quedaron conmigo. Lo curioso es que esas advertencias apocalípticas no estaban equivocadas. Ellos vieron lo que venía mucho antes que el resto de nosotros. Te hace pensar en lo que dirían sobre hacia dónde nos dirigimos ahora.